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En el año 2006, en su oficina durante una entrevista a propósito de otro aniversario | de la Victoria de Girón |
Conmocionada aún
ante la noticia de la partida de José Ramón Fernández Álvarez, busqué en mis
archivos documentos originales, notas a vuela pluma y agendas de coberturas
periodísticas, donde conservo apuntes de las muchas veces que tuve el
privilegio de conversar con él, acompañarle en recorridos y escuchar sus
anécdotas.
Por causas de la
tecnología, que ya no es tan nueva, discos duros incompatibles con sistemas
operativos y memorias USB bloqueadas, tenía extraviada esta entrevista inédita,
efectuada en su oficina en el mes de marzo del año 2006, cuando se cumplirían
45 años de la victoria de Playa Girón.
Este domingo,
mientras registraba en una memoria obsoleta, pude descargar su contenido, y apareció
la entrevista de marras, la cual comparto con los lectores y que muestra la
talla gigante de este hombre de pasos largos y voz pausada que parte airoso
hacia la eternidad.
¿Qué tengo que hacer? Soy soldado de la Revolución
Hace exactamente un lustro, el 19 de abril de
2001, en el escenario mismo de la primera gran derrota militar del imperialismo
yanqui en América Latina, el Comandante en Jefe Fidel Castro condecoró con la
alta distinción de Héroe de la República de Cuba a un grupo de hombres
valiosos, que han dedicado sus vidas a servir a la Revolución.
Entre ellos, José
Ramón Fernández Álvarez, uno de los principales protagonistas de la victoria de
Girón recibió con modestia y sorpresa la condecoración.
Al concluir el
solemne acto la prensa acudió en busca de sus impresiones.
El hombre de pelo
muy blanco, traía en sus ojos azulísimos un brillo inusual y no atinó a decir
una sola palabra.
Cinco años después,
en su oficina de vicepresidente del Consejo de Ministros, en el Palacio de la
Revolución, Fernández, General de Brigada (r), presidente del Comité Olímpico
Cubano y revolucionario cabal, responde a aquella pregunta que quedó en el
aire.
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Durante un campeonato de softboll de la prensa en Matanzas, con Marisol, entonces fotorreportera de la ACN |
P. ¿Cómo recibió usted la estrella de Héroe de la República
de Cuba?
"Yo he tenido
varios momentos en mi vida de gran emoción, es difícil medirla y decir cual la
mayor. Yo era teniente al triunfo de la Revolución, a Girón fui como capitán.
Después de Girón me ascendieron a
comandante, estuve largos años en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y
en la década del 70 fui nombrado ministro de Educación. Cuando me asignan una
tarea digo: Soy soldado de la Revolución ¿qué tengo que hacer?...
"Años después,
estaba reunido y me dijeron que fuera a la oficina del Comandante en Jefe, era invierno, yo tenía un jacket, cuando llegué quien trabajaba con él, leyó el
ascenso a General.
"No estaba en
servicio activo hacía más de 20 años y apenas pude hablar, solo dije que todo
lo debía a Fidel y a Raúl que confiaron en mí desde el principio, si no hubiera
habido otras razones de fondo y convicción, eso era suficiente para mi lealtad
a la Revolución...
"En abril del
2001 participé en la preparación del acto por el aniversario 40 de la victoria
de Playa Girón, indiqué situar a los compañeros de la escuela de responsables
de milicia cerca de Girón para pasarme la tarde antes con ellos. En la mañana
del 18 me llaman del MINFAR, con la orden de que no me ausentara de La Habana y
esperara al día siguiente. Lamenté no poder ir para estar en Horquita, cerca de
Girón, junto a los milicianos, nunca en
40 años se había reunido esa unidad, que la dirigí yo cuando ocurrió la
invasión mercenaria.
"Llegué al
aeropuerto puntual, estaba Raúl vestido
de civil, y otros compañeros, un grupo
que no realizaba tareas similares, unos en servicio activo, yo en otro cargo,
jefes de ejército, el común denominador todos combatientes permanentes en
defensa de la Revolución.
"Pensé quieren
asegurar la asistencia, llegué allá y me sentaron al lado de Fidel, y lo supe
solo cuando Miyar Barruecos leyó: Ramiro Valdés, Guillermo García, José Ramón
Fernández... ahí lo supe, podrán imaginar cuanta emoción, tampoco pude hablar.
En la Ciénaga de Zapata, a donde llegaba en cada abril, con los colegas Olivet Santana, Marta Fernández y Hugo García |
P. ¿Le fue difícil
orientar y dirigir como Jefe de la Escuela de Responsables de Milicias esa
fuerza heterogénea que fue a luchar
contra los mercenarios en Playa Girón?
"Heterogénea en
origen, homogénea en patriotismo. Por ello para mi no fue un proceso
difícil. Esa gente fue a defender el
socialismo que se había declarado, conscientes de que iban a ser los oficiales
que mandarían los batallones de milicias de La Habana y Matanzas, conocedores y
activos en la lucha frente a la agresividad del imperio y de la
contrarrevolución.
"Una de las
grandes virtudes de Fidel, uno de sus grandes méritos políticos fue unir a los
revolucionarios, a los que luchaban por un mundo mejor, en un solo partido, en
una sola idea, llámese como se llame, para juntos en representación del pueblo
llevar adelante las transformaciones que se requerían.
"Uno de los
grandes "éxitos" (así entre comillas) de la propaganda enemiga, es
que hace que la gente se forme patrones, sin comprobarlos, sin conocerlos, el
comunismo sin saber lo que es, el socialismo sin saber lo que es. Si tú tienes
la cabeza sobre los hombros, crees un poco en la humanidad, crees un pedacito
en Martí y eres humano lo entiendes.
"Ahí nos
enfrentamos con todas las tendencias o ideas,
comunistas y anticomunistas, campesinos y obreros, intelectuales y
trabajadores de oficina, de todo. Uno
aprende a comprender primero las dificultades y segundo las grandezas, sin que
por eso deje de ignorar las miserias. Nunca
fui un separador de gente, un discriminador de negros, de mujeres, de
pobres, no lo fui por naturaleza, no lo viví en mi casa, donde los trabajadores
todos se sentaban a la mesa con nosotros.
"No podía decir
negro o negrito, la primera vez que lo dije
un pescozón me gané, yo atiendo a todo el mundo, hablo con todos, aquí
no hay llamado que no tenga respuesta, positiva o no, pero respuesta. Por eso
para mi no fue difícil".
P. ¿Y la transición hacia el Ejército revolucionario?
"La pasé en la
cárcel, estuve tres años preso, desde
los primeros días de abril de 1956 cuando no había ningún preso político, ya que todos los que estaban
habían sido amnistiados el 15 de mayo de 1955, cuando por la presión popular la
tiranía batistiana se vio en la
obligación de decretar la amnistía de los combatientes del 26 de julio presos,
encabezados por el compañero Fidel.
"Fue una dura
prisión en Isla de Pinos, estuve desde abril hasta el año siguiente sin ver a
los compañeros que llegaron conmigo, muy parecido a lo que están haciendo ahora
con los Cinco Héroes salvando la distancia de que están a miles de kilómetros
uno de otros y nosotros estábamos a cientos de metros, pero sin comunicación
alguna, sin hablar con nadie, aislamiento, durante meses y meses.
"Yo pensaba en
la injusticia que había en Cuba, pensamiento que compartíamos no de forma
uniforme decenas de los que estuvimos implicados en esa conspiración que nos
llevó a la cárcel. Unos se situaban más radicales y otros menos. Nos
proponíamos establecer plenamente la constitución del 40, hacer la reforma
agraria, juzgar a los responsables del 10 de marzo, recuperar para el estado
los bienes robados, este punto era muy lento, teniendo presente la sacratísima
propiedad privada.
"Decía que el que no estuviera dispuesto a quitarles
lo robado a los ladrones, era porque pensaba ser ladrón, que no había razón
ninguna que lo justificara, otro tema polémico era juzgar a Batista y al grupo
de responsables.
"Ese pálido
programa estaba preñado de dificultades, casi sin posibilidades si vemos la
historia posterior. La lucha de clases para nosotros no era un concepto claro,
nadie pensaba que afectar a esos grupos de ricos nos causara graves conflictos,
por ignorancia e idealismo, pensábamos
que hubiera educación para todos, en la educación en el campo como un elemento
necesario para los campesinos, ser capaces de producir mas, hacer a los
campesinos dueños de las tierras.
"Al triunfo de
la Revolución me reincorporé al
ejército, designado como director de la escuela de Cadetes en una reunión con
Fidel el 12 de enero de 1959.
“Posteriormente me dieron
otras responsabilidades, la de organizar la Escuela de Responsables de
Milicias, las escuelas de batallones de
milicias en la Habana. Fue un cambio sustancial, era contribuir a conducir a la
Patria por un camino mejor.
"Lo fuimos
entendiendo, trabajé bastante con Raúl y con Fidel en esa época inicial, las
medidas que se ponían en vigor nos permitían ir comprendiendo lo que estaba
pasando.
"A lo largo de
esos primeros meses el grupo de nosotros se fue decantando, en el movimiento
nuestro había más de cien oficiales participantes, una buena parte con mando, oficiales profesionales estaban
complicados en la conspiración, de ellos
fueron llevados a juicio 13.
"En la reunión
del día 12 de enero éramos 14 o 15 personas,
los principales dirigentes de aquel movimiento que el pueblo llamó
"Los Puros", que tuvo lugar y
fue abortado el 4 de abril de 1956.
"Fidel ofreció
trabajar en el ejército prácticamente a todos, de aquella reunión, el único que salió con mando fui yo, los
demás iban como asesores, tuve la
satisfacción de que me designaran jefe.
"Muchos de esos
que estábamos allí, tres o cuatro meses después, cuando empezaron las leyes
revolucionarias y empezó la sociedad a decantarse, millonarios, parásitos y
desclasados por un lado, y los que entendían con patriotismo e inquietudes de justicia por
otro, unos se fueron a lugares remotos, otros se radicaron en Miami, a Playa
Girón vinieron casi 200 militares, entre ellos algunos de esos, dos o tres
coroneles, el coronel Vicente León, el coronel Martínez Suárez, en cargos
específicos, pero los que manejaban la fuerza invasora eran oficiales en buena
parte compañeros o alumnos míos en la escuela de cadetes.
"Eran alumnos
cuando fui a presidio, yo aparte que tenía un cargo de dirección pedagógica era
jefe del departamento escolar, es decir, el que tenía que ver con los planes de
estudio, los programas, el sistema educativo, en la escuela tuve la oportunidad
de conocer a no pocos que eran de la edad mía como alumnos.
"Se decantaron porque no fueron capaces de
razonar, la oficialidad del ejército no era de la burguesía, quizá era de la
pequeña clase media pero no de la
burguesía, no de los ricos, los casa tenientes importantes, dueños de
centrales, los grandes millonarios no eran oficiales del ejército.
"Muchas veces
la propaganda anticomunista que había calado con bastante profundidad en el
pueblo de Cuba igual que en otros pueblos, atiborró la mente de la gente, yo
tenía inquietudes, había leído el manifiesto, creo que leí el 20 por ciento de
El Capital en una ocasión..
"Nunca formé
parte del Partido Comunista, pero tuve
la suerte en presidio de que había un grupo de comunistas, y como yo tenia
inquietudes de justicia también hablé muchas horas con esos compañeros, hay
veces que lo digo y alguna gente se extraña, Lionel Soto, era de los comunistas
que estaban allí, era política y teóricamente el mejor preparado y de las
conversaciones surgió la petición mía de tener un pequeño ciclo de reuniones
con él.
"Las cosas que
me preocupaban eran banales, cual era la
realidad de la familia en la filosofía comunista, qué era la plusvalía de la
que había oído hablar tantas veces. Me
introdujo en algunos elementos, ninguno
de los cuales vi como injusticia, los
veía un poco como algo utópico, como
algo difícil de alcanzar...
"Yo viví en el
ejército aquellos primeros meses y años y fue el día 16 de abril de 1961 cuando Fidel declaró el carácter
socialista de la Revolución, después del ataque de los aviones mercenarios a los aeropuertos de Santiago de Cuba, San
Antonio de los Baños, Ciudad Libertad que, al igual que otros muchos compañeros
coparticipes de lo que hacía la Revolución, adoptamos a conciencia plena el
socialismo
P. Y para usted ¿la victoria de Playa Girón, 45 años
después?
"Cuando Fidel,
en la madrugada del día 17 poco después
de la dos de la mañana me llamó, yo estaba en Managua, en la escuela de
cadetes, y me dijo que hay un desembarco y me dio las indicaciones preliminares.
"Sabía que era
por el sur, pero cuántos, quiénes, no lo conocía. A combatir, me dije, tenemos el pueblo que es
lo más importante.
"Allí, los
invasores chocaron con una actitud, apoyo a la Revolución y a
Fidel, con una convicción patriótica que
no esperaban.
"Pero ellos
venían a recuperar casas, tierras,
cargos en el ejército, en el gobierno, y por posiciones y riquezas la gente no
está dispuesta a dar la vida.
"Por la causa
por la que uno lucha, por la que uno cree, si está dispuesto a darla. No es que
no combatieran con firmeza, nos hicieron 151 muertos, se combatió duro durante tres días y dos noches de modo
incesante.
"Fue una epopeya
dirigida desde el principio y hasta el final por Fidel en la que el pueblo
respondió con patriotismo en el frente y
en la retaguardia donde los CDR, el MININT
y los revolucionarios impidieron
toda acción de las numerosas redes de la CIA que existían y que fueron
por ese motivo capturadas y eliminadas.
Varias de esas redes estaban siendo seguidas, eran conocidas.
“A Girón lo veo
como la lucha de un pueblo que defendió su Revolución, su Patria,
dirigido por un líder que supo hacerlo y que aun ahora en unas aguas también
muy agitadas, bajo otras condiciones, está dirigiendo a ese mismo pueblo más
culto, más consciente y cada día más dueño de su destino"
(publicada originalmente por la ACN)
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