Como en un
remolino debieran estar ahora mismo las cenizas de Santi, él zurdo hasta la
médula empeñado en cantar y contar verdades, con la lírica siempre, y sin ceder
ni por un instante el paso a la mediocridad, banalidad o mal gusto, que es lo
mismo.
Me avergüenzo,
en buen cubano, cuando leo la entrevista que el colega Michel Hernández hiciera
a Descemer Bueno, y aunque respeto criterios ajenos, me niego a comprender que alguien
en su sano juicio, defensor de la cultura cubana comparta algunas de las
declaraciones del artista.
“Creo que ya hice todo lo que podía hacer por
la música cubana y verdaderamente no ha sido del todo favorable para mí. Ahora
ha llegado el punto de preocuparme por mí. Hay un momento para todo en la vida”.
Así confesó quien compartió música con
Santiago Feliú, donde tocaba el bajo y otro grande como Robertico Carcassés se
sentaba al piano, que participó en ese proyecto llamado Yerba Buena, nominado
incluso a los premios Granmy y salía por los poros la raíz de la música cubana,
esa que es sensible y que ha recorrido y recorre el mundo.
El
periodista va llevando la conversación, logra que el artista exprese quien es
actualmente, y tal parece que se fue uno y trajeron otro…
“La genérica urbana de hoy en día no va a parar
nunca. El trap y el reguetón van a mayores y voy a engancharme de esos géneros.
Es muy fácil engancharse en el trap, no me refiero a la lírica, porque la
lírica no me interesa, pero sí el género para poder decir cosas diferentes,
contar realidades con canciones que también aborden los temas sociales”.
Hay un comentario de un
lector que firma con las iniciales AVB que define, a mi modo de ver lo que
sucede con el músico:
“Como gato bocarriba se defendió Descemer.
Por más que Michel trató de llevarlo al debate - debate justo - entre lo que
fue y lo que es, el músico lo evadió con frases hechas y algunas medias
verdades sobre el panorama de la música. El 'problema' de Descember, no es
haberse entregado en los brazos del 'género urbano'. Es mejor ser músico rico
sin talento, que músico talentoso, pero sin un quilo. Él mismo lo dijo en
cierto modo. El problema es la falta de sinceridad. Tú no puedes decir que no
hay ruptura. Tú no puedes decir que las canciones tienen el mismo tenor. Y
sobre todo, que son parte de un mismo flujo creativo. Quizás tu musa esté de
vacaciones (o tu persona cayó en un bache del que difícilmente salga). Pero no
es la misma música, ni la misma letra. Ni siquiera hay un ejercicio de
creatividad (que sí es posible en el mañoso mundo de la música comercial). Nada
de lo que ha escrito Descemer 'pa'l mundo' se va a salvar en el diluvio... Lo más
alarmante es el público que no nota la diferencia. No es lo mismo Sé feliz, que
Bailando... mucho menos Preciosa, tan melosa, que empalaga. Definitivamente, el
oído musical y la sensibilidad poética es privilegio de pocos. De ser masivo,
habría menos cantantes de masas. PS. 'Gran músico', 'gran compositor' son
palabras mayores que la gente usa con ligereza”.
La entrevista
por su estructura puede ser ejemplo para una clase de la asignatura de
Periodismo Impreso, bien llevada, con preguntas que, de antemano sabía,
llevarían al debate.
Sin embargo
hay una respuesta que dejó a muchos con la boca bien abierta:
“Es muy inteligente hacer concesiones,
porque es muy penoso ver a músicos que tienen un gran talento, pero ni tan
siquiera pueden mantener a su familia. Hay una crítica absurda en cuanto a
esto, yo no me siento más grande que un constructor o un maestro. Yo tengo que
hacer un trabajo para la gente. Soy una persona que trato de mantener mi
carrera de acuerdo con las exigencias del mundo…”
Como diría un buen
amigo sociólogo después de leer el mencionado producto comunicativo publicado
por el periódico Granma en estos últimos días de febrero, decir estas cosas
justamente en:” el país que le extirpó a la
cultura la deleznable condición de mercancía” pues algo está confundido debajo del sombrero.
Qué bueno que
está ganando mucho dinero, vuelvo a pensar en Santi y se me eriza la piel.
¿Se imaginan
los lectores si Pepe Sánchez hubiera hecho concesiones para ganar dinero, o
Sindo Garay, o Miguel Matamoros en aquellos años 20 del siglo XX, o Benny Moré,
o el propio Santi, o Vicente Feliú o Silvio Rodríguez, en aquellos años del
Playa Girón, de Angola, de las noches en Coppelia, cuando los tildaban de “peludos”
hippies” o que sé yo…?
Si el propio
artista manifiesta que Santi le recomendó libros para crecer su acervo lírico,
musical de lenguaje…y de eso no hace tanto tiempo, si valoramos en la escala lo
que es el tiempo, no se me ocurre ahora
un trap lírico…
Vuelvo al
inicio, imagino en remolino las cenizas de Santi, tan zurdo, tan lírico, tan
Santi…
Contenido relacionado: La entrevista completa aquí: http://www.granma.cu/cultura/2018-02-25/no-hay-que-temerle-al-exito-25-02-2018-19-02-32
Descemer con Elíades Ochoa: https://www.youtube.com/watch?v=j7KYaRoNJcE
Muy bueno tu post Barbi. Coincido contigo al 100%. A mí hace rato que Descemer se me cayo del pedestal, cuando ví un video de él disculpándose con el "exilio" por haber pedido el levantamiento del bloqueo a Cuba. un beso grande. Felicidades atrasadas por el Día Internacional de la Mujer. Ya no entro tanto en internet como antes debido a mis nuevas tareas.
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