lunes, 16 de marzo de 2015

Las palabras de Marta Valdés que me acompañan…(+Fotos)



Las Palabras que me acompañan...
Con mi Rey...


   Claro que no es un libro nuevo, ya se presentó antes en la Feria del Libro con toda la justeza que merece.
  Igualmente, no son nuevas para mí  las crónicas que se incluyen en el libro publicado por la editorial Unión, prologado por la colega Rosa Miriam Elizalde y editado por la también escritora Olga Marta Pérez. Soy lectora de ese espacio dominical en el sitio Cubadebate desde que aparecieron las primeras Palabras de Marta Valdés.
  Pero encontrar a Marta Valdés, cuando la Feria del Libro, en su edición número 24, decía adiós en mi ciudad de Matanzas constituyó el mejor regalo de domingo, máxime cuando disfrutar de sus anécdotas y de su memoria prodigiosa ocurre en vivo y en directo y no a través de la página digital.

 En el museo Palacio de Junco los organizadores de la fiesta literaria dispusieron lugar para que no faltaran guitarra y piano, poetas y amigos, y Marta, fresca, ágil y extremadamente lúcida recordara con Hilda Elvira Santiago momentos de tertulias, nombres, santos y señas de personas cercanas o más lejanas, vivas o desaparecidas que tuvieron que ver con sus andadas por las calles de la urbe de los ríos, a dónde siempre vuelve la artista.


El quinqué de Vigía diseñado por Marialva Ríos

 “He estado mucho tiempo bebiendo agua del Pon Pon para salvar la vida” dijo, en una broma muy en serio, refiriéndose al manantial legendario del barrio de La Marina, tan marginal como humano.
  Y es que Matanzas le debe a Marta aquel San Juan murmurante, salido de la locura de Milanés al que ella puso música inolvidable; y un José Jacinto, que nunca la confundió con un fantasma…le debe, además, aquellas noches de cojines en el suelo, de poesía y trova infinitas, anhelo de los que hoy, cuando escuchan los cuentos, lamentan no haber nacido antes para cantar junto a ella.
Hilda Elvira Santiago antes de tocar el piano
  Fue un encuentro desprovisto de formalidades, sin halagos excesivos. Se llevó otro quinqué de Vigía, confeccionado por manos artesanas, girasoles enormes, libros y el cariño de cada ser humano que allí vio humedecer más de una vez sus ojos.
   Antes nos habíamos saludado,  la interpelé para dejar en la Tablet una imagen junto a mi Rey… Tímida acerqué el libro para guardar para siempre su autógrafo, levantó la mirada por encima de los espejuelos y con su impecable letra, esa mujer a la que han interpretado los grandes, quien guarda anécdotas y Palabras de otros inmensos, escribió:
 “Para Bárbara con la felicidad de escuchar a su trovador. Esperando sus lecturas”

http://www.cancioneros.com/nc/2857/0/palabras-o-y-con-tus-palabras-marta-valdes

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