Lo comparto íntegro
Señora
Yoani Sánchez
En alguna parte de Chile
Presente
Aprovecho su visita en Chile para recordarle que usted es “una
bloguera que vive su vida tranquila, que en Cuba nadie conoce y nadie
hostiga, que no es amenazada, encarcelada, silenciada, que no tiene
problemas para entrar y salir de su país”.
Como
sabrá, esto que acabo de afirmar no es de mi creación sino una
afirmación nada menos que de su traductor italiano, Gordiano Lupi, que
de comunista o pro cubano no tiene nada, y que, hastiado de trabajar
para usted debió darse “cuenta de que he tratado con una persona que le
da la máxima prioridad a intereses para nada idealistas”.
Es
que es usted una persona que ha hecho de la mentira una manera de dar
su opinión política. A usted no le gusta el régimen cubano, detesta a
sus líderes, la economía de la isla sus sinsabores y carencias.
Y
está usted en su legítimo derecho. Como también es legítimo que usted
gane su dinero mediante el uso de esa definición suya, de su interés
porque en la isla haya un cambio tan drástico que ni queden vestigios
del socialismo que han intentado los dirigentes de la revolución.
Incluso,
es legítimo que en sus travesías por el mundo elija reunirse con
sujetos de la calaña de los que se reúne en Chile. Todos o casi todos
acusados de escandalosas conductas que traen al país en una crisis de
corrupción de incalculables alcances. Lo peor de Chile, Yoani
La
ultra derecha nacional y usted tienen intereses comunes: el
capitalismo, el anticomunismo, que en Chile costó más de tres mil
víctimas, y, por sobre todo, un amor sublime por el dinero.
Usted
es una persona joven y que goza de una prebenda que no tienen, como
usted dice, los once millones de cubanos presos en la isla. Entonces, o
usted es una agente del servicio secreto cubano o en la isla se pueda
entrar a salir a discreción tal como usted lo hace.
Porque,
¿en qué quedamos?¿Son o no prisioneros los cubanos si usted, que es una
más de ellos, se pasea por el mundo y vuelve a la isla y, cosa curiosa,
no le pasa nada?
Si
usted hubiera nacido en Chile y con el mismo ímpetu libertario que
trasciende de sus declaraciones y textos, y de haber sido, digamos por
ejemplo, una mujer mapuche, usted Yoani, estaría presa, habría sido
objeto de malos tratos, golpizas y torturas; habría sido su casa
allanada y baleada, y con certeza, habría sido objeto de montajes
policiales y judiciales y purgado largos años en prisión en su afán
libertario. El mismo que hace efectivo en Cuba, habría que agregar, sin
que le pase nada.
Usted
por donde pasa deja la impresión que lo suyo es el dinero. El simple y
atractivo dinero. Que sus cruzadas por el mundo libre no buscan sino
aparecer como la más absoluta y decidida enemiga del comunismo para
después pasar el platillo para su causa que, cosa curiosa, no trae a
nadie detrás.
Yoani,
quizás debería saber que desde Chile a Cuba viajan decenas de miles de
personas al año, a quienes puede o no gustarle la revolución. Pero
ninguno en su sano juicio podría volver diciendo lo que usted dice
respecto de once millones de cubanos presos.
Se
ven dificultades, escaseces, problemas, burocracia, pobreza y una
sensación de que faltan muchas cosas, algunas que para nosotros son de
uso tan corriente que no nos damos cuenta siquiera de su existencia,
salvo cuando las pensamos.
Lo
raro es que usted es una de las privilegiadas que no sufre nada de eso.
Lo suyo, su vida, sus gastos, necesidades, viajes y negocios, al
parecer son mucho más fluidos que el resto de sus compatriotas.
No,
Yoani, su anticomunismo pierde legitimidad como idea, al momento de
haberlo transformado en otro bisne más de la cubanía más profunda.
Pero
debería tomarse las cosas con calma. No vaya ser que en una de esas la
revolución cae, y le sigue un capitalismo como el mejor de los que haya
siquiera soñado.
¿De
qué va a vivir entonces, Yoani, si se le acaba el negocio de
despotricar contra los Castro, los CDR, el arroz con gorgojos, los muros
descascarados, los agentes de la seguridad, el comunismo inhumano?
Con certeza, junto con la estruendosa caída de la revolución, se le caería también su fuente de ingresos.
Y
con la misma certeza le advierto que aquellos que ahora la reciben,
adulan, financian premian y motivan, la van a dejar sola, con un
curriculum vitae en sus manos buscando trabajo en cualquier cosa, porque
ya no les será útil.
Entonces
va a tener que echar mano a sus sólidos ahorros que el comunismo. Oh!
paradoja, tuvo por ventura asegurarle para su vejez y la de los suyos.
Barbi, el artículo por si solo desmonta y desdibuja a tan aciago personajillo y títere mercenario. Me llamo mucho la atención que en la Cumbre de Panamá, ni se sintió, parecía estar escondida. Yo estoy casi seguro que estaba tratando de pasar desapercibida para encontrarse con sus jefes, para recibir el dinero que alimenta su odio a la patria. Seguro se encontró con su antiguo jefe de la sección de intereses de EUA en la Habana que hoy esta de embajador en Panamá.
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