En su Peña en La Habana Vieja, el 30 de mayo último... |
Quiso irse
esa misma noche, después que concluyera su actuación, como invitado especial en
la Peña Trovadores y Punto, de Rey Montalvo, en Matanzas, el ocho de mayo
último.
Mientras se
tomaba una sopa, porque no gustaba de comer mucho en las tardes, Carlos Ruiz de la Tejera me contó de
su amor por la ciudad de los ríos y los puentes, por su gente y por los buenos
amigos que atesoraba en ella.
Me habló de
Carilda, la poeta que cantó a Matanzas como nadie, de Manuel, humorista gráfico
de gran prestigio y de la Calzada de Tirry, donde vivió hasta que partió para
La Habana y desde donde universalizó su arte, carisma e inteligencia. Compartió con mi familia como si fuera un vecino de toda la vida...
Con Rey Montalvo en Trovadores y Punto, Matanzas 8 de mayo de 2015 |
Esa noche el
público acudió ávido por escucharle. Compartió textos de Eduardo Galeano, Mario
Benedetti y otros autores latinoamericanos, la gente de pie aplaudió mucho, y
él amable y afable firmó autógrafos y posó para fotos como un adolescente.
El abrazo |
El 30 de
mayo invitó a su Peña en La Habana Vieja a mi Rey. Allí estuvimos. Se le veía
feliz, conversaba con el numeroso público asiduo al espacio, la Peña más
antigua de Cuba – decía- y lo vi caminar por la plaza de San Francisco de Asís,
vestido de blanco y con su cabellera limpia y bien peinada…
Premio
Nacional del Humor, Hijo Ilustre de Matanzas y muchas más distinciones llevaba
con orgullo y modestia. Verdadero maestro de la ética y del buen decir. En el
año 2007 cuando la ciudad llamada Atenas de Cuba le condecoró, estuve en la
ceremonia solemne, allí expresó su infinito agradecimiento por el gesto, el
que no olvidaría nunca y recordó que “a Matanzas siempre vuelve por sus ríos,
sus puentes, su teatro centenario y el pueblo al que restituye amor, respeto y
admiración”.
Volvió a Matanzas el ocho de mayo último. Caminó, apenas unos pasos, por la Calzada de Tirry, dejó risa y enseñanza entre los más jóvenes asistentes a la Peña trovadoresca. No quiso quedarse, decidió volver rápidamente porque estaba inmerso en proyectos, siempre dedicaba al trabajo todo el tiempo del mundo…
Volvió a Matanzas el ocho de mayo último. Caminó, apenas unos pasos, por la Calzada de Tirry, dejó risa y enseñanza entre los más jóvenes asistentes a la Peña trovadoresca. No quiso quedarse, decidió volver rápidamente porque estaba inmerso en proyectos, siempre dedicaba al trabajo todo el tiempo del mundo…
pensando... |
Antes de
partir, después de entrevistas a colegas, fotos y abrazos sinceros, narró lo
que muchas veces contaba, y ahora lo traigo para recordarlo siempre así,
vestido de blanco y con la verdad como premisa.
Ana Martin siempre le acompañaba al piano en su peña sabatina |
https://youtu.be/Upcpbz5xiv0
Bárbara..., qué cosa tan impresionante..., yo te daría un abrazo por primera vez un día después de esa actuación de Carlos Ruiz de la Tejera en la peña de Rey...
ResponderEliminarMis condolencias para quienes lo admiraron y conocieron de manera tan cercana.
Bárbara, qué lindo y completo homenaje le hiciste a ese gran artista que fue nuestro Carlos Ruíz de la Tejera.
ResponderEliminarMuy acertado, muy merecido.
El fue un fiel del su pueblo. Profesonal hasta el final.
Te felicito.
Te dejo saludos. Cubanerías.