Miembros del cuerpo de bomberos parisino ayudan a una persona herida cerca de la sala de conciertos Bataclan tras los ataques terroristas. / Reuters / Christian Hartmann |
Nada justifica la guerra, ni los muertos, inocentes,
víctimas de los atentados terroristas en París, ni los palestinos que caen
todos los días en la franja de Gaza, ni los sirios que van de un lado o de otro…
Nada justifica el terror, ni las amenazas, ni los
bombardeos después de los atentados. Ningún ser humano tiene derecho a matar a
otro.
Cuando las noticias traen declaraciones de personas que
perdieron hijos, hermanos, padres, amigos en la fatídica noche del 13 de
noviembre último en la capital francesa, una siente pena por tanta desgracia.
Rusia confirmó que fue una bomba la que provocó la caída
del avión en el cual murieron 224 seres humanos, antes el grupo yihadista
Estado Islámico (EI) se adjudicó el atentado. Numerosos sitios digitales dan
cuenta de los bombarderos estratégicos rusos que lanzan misiles crucero contra
el estado islámico…
Anonymous hace pública una lista de más de 200 individuos
relacionados con el EI y la policía francesa sigue tras la pista de sospechosos
del ataque terrorista.
Proliferan los vídeos del grupo yihadista que anuncian
más ataques en Reino Unido, Bélgica, Rusia y Estados Unidos.
Esta madrugada desde el
Kremlin, luego de reconocer que la caída del avión en la península egipcia del
Sinaí, fue provocado por la explosión de una bomba potente a bordo, el
presidente ruso Vladimir Putin afirmó: “No vamos a secar nuestras lágrimas.
Esto nos marcará para siempre. Pero esto no nos impedirá encontrar y castigar a
los criminales.“Tenemos que hacerlo rápido, identificarlos (…) Vamos a encontrarlos en cualquier lugar del planeta y les castigaremos.
“La acción militar de nuestra aviación en Siria no sólo tiene que continuar, sino que hay que intensificarla para que los criminales se den cuenta de que el castigo es inevitable.”
Y yo sentada frente a mi PC, “navegando” por múltiples
sitios, cotejando fuentes, ampliando informaciones, me espanto por encontrarme
otra explosión, otros rehenes ultimados a balazos, otros vídeos amenazantes…
Qué manera más extremista de interpretar los libros
sagrados tienen quienes defienden la violencia y encuentran en acabar con la
vida de otros, la redención. No creo que ninguna religión confiera derechos
para matar y aterrorizar…
Mientras, reviso los comentarios debajo del anuncio del
cambio de mi foto de perfil en FB, y una amiga cuando me ve rodeada de mis
hijos, vestidos con las camisetas albicelestes, me escribe:
“BIEN POR LAS REMERAS!! SÓLO LES PIDO QUE DESDE ESA BELLA ISLA NOS
AYUDEN A NO CAER NUEVAMENTE EN EL LIBERALISMO Y LA DESTRUCCIÓN DE TODO LO CONSEGUIDO
EN ARGENTINA. CADA ADHESIÓN A NUESTRO CANDIDATO A PRESIDENTE DANIEL SCIOLI NOS
SIRVE Y LLENA DE ESPERANZA. UN ABRAZO HERMANOS DE LA PATRIA GRANDE”.
De verdad, créanme, me estremezco…
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Hola Bárbara.
ResponderEliminarEn medio de tanto dolor y desesperanza y horror he llegado a preguntarme si estamos a la puerta de la tercera guerra mundial. Ojalá no.
Duelen los muertos, de cualquier nacionalidad, y, los argentinos, para colmo, estamos con gran incertidumbre por las elecciones que podrían destruir tantos años de desarrollo e inclusión social.
Son días difíciles.
Abrazo.
Nada justifica la guerra querido Sergio Daniel. Vamos a confiar en el raciocinio de los hombres, Un abrazo
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