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Los dos... |
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El día de la matrícula, no pudimos resistirnos a la clásica foto |
Ya pasé por eso una vez y no deja el acontecimiento de
sorprenderme y emocionarme. Ahora mismo El Viti, mi hijo menor, está
encaminando sus pasos por los más de 80 escalones de la Universidad de La Habana, la segunda más antigua
de Latinoamérica, después de la de Córdoba, en Argentina.
A estudiar la carrera de Sociología en la Facultad de
Filosofía e Historia se dirige, hoy es el primer día, y su hermano asumió
acompañarlo para recordar también aquellos momentos, hace 12 años, cuando subió
por la misma escalinata, a la misma Facultad y a estudiar la misma carrera.
El tiempo es implacable, cuando veo en las redes sociales la foto de
los dos ante el imponente edificio de la Madre Nutricia me percato que, a punto
de ser abuela, ya el Viti dejó de ser el más “chiquito” está del mismo tamaño
que su hermano y enrumba sus pasos hacia el futuro como profesional para “tomar
el pulso” a la sociedad, investigar, especializarse y aportar soluciones desde
la cientificidad.
Dichosas las madres en Cuba que hoy también ven a sus hijos
ingresar en la Educación Superior con la confianza en que saldrán listos para
enfrentar la vida.
El Viti estará en una beca, compartirá los días con
otros muchach@s, se hará de amig@s para toda la vida, como su hermano que los
atesora.
Dentro de 4 años volveré al Aula Magna a verlo recibir su
título universitario.
Mientras en casa, estamos de fiesta y aunque la nostalgia me
atrape ante su cama vacía en la noche, soy feliz. A partir de ahora una nueva
etapa se inicia en la vida de mi hijo menor, lo apoyaremos en lo que sea
necesario, con la certeza de que todo irá bien bajo la égida del Alma Mater.
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