“...Allí
nuestra canción se hizo pequeña
entre la
multitud desesperada
un poderoso
canto de la tierra
era quien más
cantaba...”
(Santiago de Chile, Silvio
Rodríguez)
Gladys, la vida nace todos los días... |
Este lunes 4 de junio, unido al cumpleaños 47
de Gerardo
Hernández Nordelo, el Partido Comunista de Chile celebra 100 años.
La organización que fundó y presidió Luis Emilio
Recabarren, el partido de Luis Corvalán, Pablo Neruda, Volodia Teitelboim, Víctor Jara y Gladys Marín, llega a
su centenario con un reclamo de unidad en la nación suramericana.
A Gladys Marín la conocí en Matanzas, en un
febrero de 2004 durante la XIII
Feria Internacional del Libro de Cuba.
Hasta
el teatro Sauto, Monumento Nacional, llegó a presentar su libro La vida es hoy,
publicado bajo el sello de la Editorial
Abril y con prólogo de Silvio Rodríguez.
Ese día la acompañaba su amiga Isabel Parra, hija de aquella voz
inolvidable que aún le da gracias a la vida, y Vicente Feliú, el
trovador y amigo que en el vetusto coliseo de mi ciudad presentó el libro.
En el Teatro Sauto, de Matanzas: Gladys Marín y Vicente Feliú |
Recuerdo como si fuera ahora, las palabras de
Vicente refiriéndose al texto al que catalogó como “un libro hermoso que
implica a muchas personas y sus recuerdos...una obra por sobre todas las cosas
de la memoria, para que no se pierda una parte de lo que aconteció en aquella
nación...”
Y luego la voz de Isabel, la gente de pie, los aplausos...
Gladys firmaba autógrafos, agradecía a
los médicos cubanos que atendían su dolencia y derrochaba optimismo por los
poros.
Allí en un ambiente
intelectual, expresó públicamente su admiración sin límites por Fidel Castro, y
el significado de su ejemplo para el despertar de los pueblos del continente.
Isabel Parra cantó para todos |
Después de la
ceremonia, los reporteros que cubríamos con expectativa el acontecimiento nos
acercamos a saludarle en busca de declaraciones para los medios de comunicación
a los cuáles tributábamos la noticia, y era noticia!!!
Si cierro mis ojos
la veo con un pañuelo rosa cubriéndole la cabeza bajo los efectos de la
quimioterapia.
Aquella mujer que
moriría un año más tarde, de manera
injusta castigada por un cáncer, mostraba un raro brillo en su mirada, y
después de hablar de Salvador Allende, y contar la historia breve de su libro-testimonio,
me dijo con seguridad absoluta:
“Periodista, la vida...la vida nace todos los días”
Que hermoso artículo de una mujer grandiosa, valiente, y que hoy en día hace mucha falta!
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