Los Feliú a escena |
Victor a tono con el mundial de Futbol |
Mi hijo mayor, a quien siempre llamo mi Rey jugando con su nombre, desde hace mucho tiempo dice que tiene tres padres: Reynaldo su padre biológico, Víctor, mi esposo y Vicente Feliú, el reconocido trovador cubano.
Por eso en su Peña, Trovadores y Punto del
viernes último, dedicada a los padres, no podía faltar el progenitor trovador,
coordinador de Canto de Todos, ese proyecto que promueve y defiende a la
canción de autor de nuestros pueblos.
Feliú
llegó con sus Auroras, la esposa a quien ha dedicado muchos de sus temas y
Aurorita, joven actriz que canta y que en Matanzas se estrenó como trovadora,
para hacer vigente aquel refrán “de casta le viene al galgo…”
Aurora también a escena |
El público... |
Me cuesta escribir sobre estas cosas que suceden en la Peña de Rey, porque no me parece ético que yo misma hable de mi hijo…
Trovadores
y Punto, fundado por Rey desde hace poco más de un año, aglutina a disímiles
manifestaciones artísticas y es en mi ciudad, actualmente, el sitio a donde
confluyen públicos de varias edades atraídos por la novedad de la canción
inteligente. Ahora mismo, según me
comentan otros amigos y artistas que ya pasaron por allí, es uno de los pocos
escenarios a donde se puede llegar a cantar, recitar, narrar un cuento, pintar,
bailar, convocados por la trova, esa que no envejece aunque a los medios no les
interese…
Por el Día de los Padres, Vicente y Aurorita
unieron voces y regalaron temas imprescindibles de los ancestros trovadorescos,
también otros indispensables de la autoría de Feliú.
Rey quiso regalar Aurora II, tema que me
aprendí de memoria porque estuvo en casa ensayándolo y cantándolo durante
varios días, en una versión muy suya que a Vicente le agradó.
El encuentro con la familia siempre es
reconfortante y fue una grande la que acudió el viernes último a la Casa de
Cultura Bonifacio Byrne para compartir con Rey esas canciones urgentes como
Descanso y Fe o Lares, que dejan claro posiciones y compromisos, pese a los
tiempos convulsos.
Vicente y Aurora de los Andes conmovieron al
auditorio. Reynaldo padre también cantó junto a Rey, y Víctor como siempre,
estuvo al tanto de los detalles.
Aunque amenazó la lluvia y hubo que cambiar
el “campamento”, con orgullo de madre puedo asegurar que fue una noche
memorable. No solo porque mi Rey pudo estar con sus tres padres, sino por el hechizo, ese que te ciñe y no te deja escapar…
Suscribo cada línea... punto y firma...
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