Monumento erigido a Martí en Caimito de Hanábana (foto Yenli) |
Rey Montalvo - 2009
Tengo un amigo
que admira a un hombre con su corazón,
nunca lo pienso
tan loco, y comparto con él la razón.
Tiene pensado -
me dijo - regalarle este mes una flor,
aunque diga
quien no sueña, “¿que es amor?”
Tengo un amigo
que adora a sus hijos Julián y José,
le cuenta
tantas historias que nombrarlas ahora no se.
Tiene pensado
me dijo regalarle este mes de un autor
todos sus
libros de texto, lo mejor.
Tengo un amigo
fiel y elegante, romántico con su mujer,
entiende
marxismo, juega béisbol y discute a favor de Fidel.
Cuando pregunto
respecto a su amor incondicional,
tiene verdades
precisas para mí,
tantas
respuestas precisas para mí.
Cómo no
hablarle al futuro de Martí,
cómo no amar la
bandera y a Martí,
cómo enseñar a
los niños sin Martí,
cuánto
aprendemos lo hombres con Martí,
cómo no ver
poesía en Martí,
cómo no hacerle
canciones a Martí,
cómo no ser
optimistas leyendo Martí,
digno vivir en la Patria de Martí.
Tengo un amigo
que admira a un hombre con su corazón,
nunca lo pienso
tan loco, y comparto con él la razón.
Tiene pensado -
me dijo - regalarle este mes una flor,
“no será una” -
le dije - , “serán dos”.
...cómo no amar a Martí, Rey. Cómo no hacerlo...
ResponderEliminarHe conocido mucho de él este año, y es imposible no enamorarse del poeta, del político, el hombre de armas, ¡y hasta del dibujante!
Uno de los grandes de Nuestra América. Y del Mundo.