Apenas tenía 25 años cuando fue a la mañana de la Santa Ana.
Este miércoles de diciembre cumpliría 83 y sonreiría feliz.
Raúl Gómez García, poeta y revolucionario, joven desenfadado y adelantado a su tiempo, dejó a la novia para encontrarse con la historia en Santiago de Cuba.
Escribió el manifiesto del Moncada que se daría conocer al pueblo por la emisora CMKC si el asalto cumplía su objetivo.
Antes de partir hacia la posta 3, en la granjita Siboney, su poema Ya estamos en combate, surcó la madrugada y quedó impregnado en el verde olivo.
En un artículo publicado en Granma, Luis Suardíaz, lo identifica:
Las últimas catorce letras que escribió Raúl no pertenecen a la reflexión filosófica o a la poesía. Estas cuatro palabras, que milagrosamente llegaron a manos de su madre Virginia García pocos días después, son una prueba dramática, irrecusable de los crímenes que la tiranía perpetró con los sobrevivientes del ataque al Moncada, y a lo largo de aquella década con lo mejor de nuestro pueblo: Caí preso, tu hijo
En Cuba, 14 de diciembre es el día del trabajador de la cultura, homenaje al muchacho de Güines, al joven estudioso, carismático, familiar e inteligente.
Razones suficientes para recordarlo, ahora mismo como la estrella que desde lo más alto recita versos por la paz y la justicia de los hombres.
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